lunes, 21 de abril de 2008

GLORY TO THE FILMMAKER

Kantoku · Banzai! (2007) (Dir. Takeshi Kitano, Japón)



Las crisis tienen la reconocida, aceptada y esperanzada cualidad de hacer crecer a quienes deciden enfrentarse a ellas. Decidir también, hacer de este proceso un proyecto fílmico, no es un riesgo que muchos estén dispuestos a correr. Takeshi Kitano si.

Narrada en capítulos, entrelazados con escenas de encuentros personales consigo mismo - interpretado por un mutilfacético muñeco del propio director hecho en papel maché -, vamos conociendo y reconociendo aspectos íntimos de su personalidad, su mirada crítica e influencias a lo largo de toda su vida, bajo la sombra de la excusa de una búsqueda desesperada de un nuevo éxito de taquilla. Para lograrlo, decide explorar temáticas distintas a las que tiene acostumbrado a su público.

Este director Japonés, nacido en una paupérrima familia, saca a la luz los recuerdos de su niñez en el capítulo titulado “Coal-Tar & Rikidozan”: su madre, una dura, valiente y realista mujer, lo obligaba a estudiar a la luz del alumbrado público, de la que no disponían en casa, mientras que su padre alcohólico apenas lograba llevar dinero suficiente para comer. La supervivencia era difícil, la disentería cobraba víctimas fatales por doquier, y la ausencia total de oportunidades en medio de una recesión, hacían difícil pronosticar un destino mejor para los nacidos en estas condiciones. “1958. Crecer en la época correcta pero en el lugar equivocado” dispara una voz en off. Por suerte, eran niños, y al menos podían escaparse de a ratos de su triste realidad, en juegos de la mano de su héroe favorito: “Rikidozan”, el gran luchador, el “Santo” de Japón de aquellos días. Para estas inolvidables ocasiones vestían improvisados uniformes de combate que ellos mismos pintaban con “coal-tar” (alquitrán). De estas etapas tempranas de su vida, es de donde saca la mayor parte de las ideas para sus filmes “Kid’s Return (1996)” y “Kikujiro (1999)”.

“Gangsters” nos define el conflicto inicial. “Todo comenzó con una película como esta”, nos informa la crítica voz en off, en clara referencia de este capítulo a su debut en “Violent Cop (1989)”. ¿Podrá este hombre sacarse de encima esta etiqueta? ¿Será capaz de hacer algo diferente?
Ya lo hecho antes. Siendo en sus orígenes un exitoso actor cómico televisivo, con fuertes raíces en el género “Mazai” (dúo de actores que interpretan en forma cómplice un guión cómico de pie), muta de manera exitosa a la piel de violento villano “Yakuzi” (nombre tomado de la poderosa mafia Japonesa), de la cual ahora añora desprenderse.

La apuesta en el capítulo “Retirement”, es una fuerte ironía. Un guión, al mejor estilo de Historias de Tokio, película del famoso director Yasujiro Ozu, entrelaza personajes cotidianos y su problemática familiar. Es la voz en off quien lo condena: “(más) que un empleado que se retira, (pareces) un analfabeto campesino”, en alusión directa al rol que él mismo encarna en esta sección, y a sus raíces. Kitano se ríe de si mismo.

No corre mejor suerte, en “The Door of Recollections”, su nuevo intento, ahora de una historia de amor. El director termina admitiendo lo ridículo y poco creíbles que son sus guiones, y peor aún, cuando el ridículo no es suficiente, para su amarga sorpresa, las musas lo regresan a sus orígenes grises y violentos de los cuales está tratando de escapar.

Con un vasto conocimiento artístico, este hombre que además de actor, director, editor, guionista, ex-boxeador y pintor, entre otras cosas, decide homenajear, a su modo siempre con toques de ironía, al Teatro Noh y a la tradición Samurai, en los capítulos “Película de horror. Noh Theater” y “Blue Raven Ninja Part 2”. La alusión a su Zatoichi (2003) es inevitable.

Pero cuando ya ha transcurrido casi la mitad de la cinta y aparentemente no hay mas géneros por transitar, irrumpe en escena “The promise day”. Finalmente la imaginación en estado salvaje toma vuelo, entregándonos una extravagante historia que conjuga a este director, como un verbo irregular en tiempos absurdos.
La destrucción creativa de su carrera, en palabras del propio Kitano, en esta, su opus numero trece, despierta reacciones extremas y dispares en sus seguidores y críticos. Nadie encuentra lo que espera. Nadie espera lo que encuentra. Es imposible… porque ya no hay nada.

Como un homenaje a este director, se anunció un nuevo premio este año en el Festival de Venecia. “Glory to the Filmmaker” será otorgado a la trayectoria e innovación. Por supuesto esta película será la primera en recibirlo. Será interesante ver quienes la seguirán.

Guillermina Montanari

1 comentario:

Karulosu dijo...

Muy buena crítica.
Parece que Kitano ha hecho una película seleccionando todos los géneros que ha desarrollado en su filmografía.
Habrá que verla entonces.
Saludos.