viernes, 5 de febrero de 2010

Paranormal Activity


Podríamos considerar que la primera película de terror de la Historia, si agrupamos en ese género las películas que sean capaces de transmitir angustia o miedo al espectador, sería también la primera proyección de la Historia: La Llegada del Tren por los Hermanos Lumière de 1896. Y la enmarcamos dentro de este género porque los espectadores huían despavoridos ante la visualización de un tren que se dirigía directamente hacia la platea. Sin proponérselo, los pioneros del séptimo arte habían descubierto la manera de que el espectador se viese afectado por las imágenes que se proyectaban en la pantalla, aunque las primeras sensaciones no fuesen demasiado placenteras.
Más de 100 años después de esa experiencia nos encontramos con la ópera prima de Oren Peli, una suerte de Proyecto de la Bruja de Blair pero muchísimo menos original, y no lo digo porque la cinta de 1999 lo fuese: Peli no cuenta la historia de una pareja que tiene un ¿fantasma?¿demonio?¿ente? viviendo en su casa. Por la noche ocurren fenómenos extraños que no les dejan vivir por lo que deciden comprar una cámara y grabar todo lo que ocurre en su habitación mientras duermen. Y eso es todo, porque el resto de escenas que se suceden no son más que discusiones entre los cónyuges y una entrevista con un exorcista que resulta ser de lo más inútil.
Puesto que la película de por si no puede transmitir el miedo que pretende dar, parece que todos los esfuerzos se han enfocado en intentar mostrarnos la historia como si fuese algo real, algo que una pareja grabó y vivió realmente. Incluso los actores se llaman igual que los personajes. Pero eso es algo de lo que el público actual ha escarmentado bastante: los espectadores, al igual que el propio cine, han evolucionado y no van a vivir de la misma manera una película de los años 20 que una actual, como tampoco nos podemos asustar a día de hoy de que un tranvía se dirija hacia la pantalla.

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