martes, 29 de enero de 2008
Sweeney Todd: Jugando a ser Dios.
Los que amamos el cine como creación y espectáculo, somos apasionados profundos de Tim Burton, actualmente el unico director que es capaz de crear mundos personales y personajes atípicos en un panorama donde la originalidad de ideas brilla por su ausencia. Cuando la repetición automáticas de clichés y los remakes abordan las taquillas de medio mundo, el creador Burton nos ofrece un mundo moral y social paralelo, donde nada es lo que parece. Sweeney Todd es, en principio, una historia plana y sencilla, basada en el exitoso musical de Broadway de Stephen Sondheim, que en manos de cualquier otro director hubiera resultado una sosería de proporciones épicas. Pero Burton coge la base de la obra para recrear un mundo Victoriano donde el bien se convierte en mal y la moral pasa a un segundo plano.
El actor fetiche de Burton, Johnnie Deep, borda el papel de sanguinario Todd, dando matices diabólicos a un drama intenso y personal que sumerge al personaje en un mundo paralelo e idílico, donde la justicia esta en sus cuchillas y en mundo en su contra. Merecida es la nominación a los oscar de este actor que se ha convertido ya en el rarito por antonomasia del cine contemporáneo (¿Cómo daría Deep en un drama de Stone?, por ejemplo). Harina de otro costal es Helena Borhan Carter, la legitima del dire, que gana papeles en la cama y no en la academia (que lo goces Burton, ya se sabe que siempre hay un roto para un descocido).
Volviendo a Sweeney Todd, recalcar, como siempre, la recreación visual de una Sociedad Victoriana sucia y sórdida, donde Dante Ferretti, autor de genialidades como En nombre de la rosa, sobresale por encima del contenido.
Muchas y variadas son las similitudes entre Moulin Mouge y este film, como los movimientos frenéticos de cámara recorriendo la ciudad o la planificación de los números musicales, donde la puesta en escena prima sobre las canciones (bastante flojitas y simplonas).
Sweeney Todd creara polémicas y enfrentadas opiniones, entre los que la odien y la amen. Yo, sencillamente, me he quedado igual que cuando, ansioso, fui al cine. Por un lado Salí decepcionado por la obra de un autor no que ha dado lo mejor de si (la historia no daba para mas) y por otro lado satisfecho al pensar que 10 minutos de la obra mas floja de Tim Burton (Incluso la de Peewee) siempre es infinitamente superior a cualquier Transformers o Harry Potters……
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